Operativos de inmigración en Carolina del Norte se expandirán a Raleigh

"Que Dios nos cuide y nos proteja. Todos venimos a trabajar, no a hacer otras cosas", dijo un residente de Charlotte.
Publicado: 18 nov 2025, 06:46 GMT-7|Actualizado: hace 7 horas

CHARLOTTE, Carolina del Norte, EE.UU. (AP) — Las autoridades federales de inmigración ampliarán sus operativos en Carolina del Norte a Raleigh incluso desde el martes, informó la alcaldesa de la capital del estado, Janet Cowell, mientras los agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza continúan con las redadas en Charlotte luego de un fin de semana con más de 130 personas arrestadas allí.

Janet Cowell dijo el lunes que desconocía el alcance y la duración del operativo en la ciudad. Las autoridades migratorias no realizaron comentarios al respecto. La alcaldesa demócrata afirmó en un comunicado que la delincuencia bajó este año en Raleigh frente al pasado y que la seguridad pública era una prioridad para ella y el gobierno local.

“Le pido a Raleigh que recuerde nuestros valores y mantenga la paz y el respeto ante cualquier desafío que se presente”, dijo Cowell en un comunicado.

Los agentes de inmigración arrestaron a más de 130 personas durante el fin de semana en Charlotte, la ciudad más grande de Carolina del Norte, de acuerdo con un funcionario federal el lunes.

Las medidas en Carolina del Norte se producen después de que el gobierno del presidente Donald Trump lanzó redadas migratorias en Los Ángeles y Chicago. Ambas son ciudades profundamente demócratas en estados profundamente demócratas dirigidos por funcionarios de renombre nacional que no ocultan su enojo con la Casa Blanca. El sesgo político en esas ciudades parecía claro.

Pero , ¿por qué Carolina del Norte y por qué fue Charlotte el primer objetivo allí?

La alcaldesa es demócrata, al igual que el gobernador, pero ninguno de ellos es conocido por involucrarse en batallas políticas de ámbito nacional. En un estado donde la división del poder se ha convertido en la norma, el gobernador, Josh Stein, ha intentado llevarse bien con la legislatura estatal, controlada por el Partido Republicano. Los dos senadores federales por el estado son republicanos y Trump ganó en el estado en las últimas tres presidenciales.

El Departamento de Seguridad Nacional apuntó que se está centrando en Carolina del Norte debido a las llamadas políticas de santuario, que limitan la cooperación entre las autoridades locales y los agentes de inmigración.

Pero tal vez enfocarse en un lugar donde la política es, a simple vista, menos cruenta forma parte de la ecuación.

La Casa Blanca “puede tener suficiente oposición (a su campaña), pero es una versión más débil” que la que enfrentó en lugares como Chicago, indicó Rick Su, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Carolina del Norte que estudia el gobierno local, la inmigración y el federalismo.

“No les interesa solo deportar a gente. Les interesa el espectáculo”, agregó.

La represión

El gobierno de Trump ha hecho de Charlotte, una ciudad demócrata de alrededor de 950.000 habitantes, su último objetivo para una oleada de medidas de control migratorio que, según sostiene, combatirá la delincuencia, a pesar de la oposición local y la disminución de las tasas de criminalidad. Los residentes reportaron encuentros con agentes de inmigración cerca de iglesias, complejos de apartamentos y tiendas.

La secretaria adjunta de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, señaló en un comunicado que los agentes de la Patrulla Fronteriza arrestaron a más de 130 extranjeros en situación irregular que violaron las leyes migratorias. El departamento explicó que los antecedentes de los detenidos incluían pertenencia a pandillas, asalto agravado, hurto y otros delitos, pero no dijo cuántos casos habían resultado en condenas, cuántas personas enfrentaban cargos ni dio más detalles.

La campaña provocó fuertes objeciones por parte de los líderes en la zona.

“Hemos visto agentes enmascarados, fuertemente armados, con atuendos paramilitares conduciendo autos sin identificación, apuntando a ciudadanos estadounidenses basándose en el color de su piel”, señaló Stein en un comunicado en video el domingo por la noche. “Esto no nos está haciendo más seguros. Está fomentando el miedo y dividiendo a nuestra comunidad”.

La alcaldesa de Charlotte, Vi Lyles, afirmó el lunes que estaba “profundamente preocupada” por los videos de las redadas y apuntó que apreciaba el pacifismo de los manifestantes.

“A todos en Charlotte que se sienten ansiosos o temerosos: no están solos. Su ciudad está con ustedes”, dijo en un comunicado.

Debate sobre delincuencia y migración

Charlotte y el condado circundante de Mecklenburg se han visto envueltos en el debate nacional sobre el crimen y la inmigración, dos cuestiones cruciales para la Casa Blanca.

El incidente más destacado fue el letal apuñalamiento este verano de la refugiada ucraniana Iryna Zarutska en un tren ligero en Charlotte, en un asalto capturado en video. Aunque el sospechoso era estadounidense, el gobierno de Trump destacó repetidamente que había sido arrestado más de una docena de veces.

Charlotte, que tuvo un alcalde republicano hasta 2009, está gobernada ahora por los demócratas, con una población en crecimiento impulsada por una economía en auge. La ciudad, racialmente diversa, tiene más de 150.000 residentes nacidos en el extranjero, según las autoridades.

Lyles obtivo fácilmente la reelección para un quinto mandato como alcaldesa a principios de mes —derrotó a su rival republicano por 45 puntos porcentuales—, a pesar de las críticas republicanas al liderazgo de la ciudad y estatal por lo que calificaron de creciente criminalidad. Tras las elecciones del 4 de noviembre, los demócratas ocuparán 10 de los otros 11 escaños en el consejo municipal.

Aunque el Departamento de Seguridad Nacional afirmó que se está enfocando en el estado debido a las políticas de santuario, las cárceles del condado de Carolina del Norte han cumplido desde hace tiempo con las “detenciones”, o solicitudes de funcionarios federales para retener a un migrante arrestado por un tiempo limitado para que los agentes puedan asumir su custodia. Pero en algunos lugares, incluyendo Charlotte, Sin embargo, han existido políticas de no cooperación y la policía no coopera con la aplicación de la ley migratoria.

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Sullivan informó desde Minneapolis y Robertson desde Raleigh, Carolina del Norte. Los periodistas de Associated Press Brian Witte en Annapolis, Maryland y Rebecca Santana en Washington contribuyeron a este despacho.